Prov. 31:18 Se complace en la prosperidad de sus negocios, y no se apaga su lámpara en la noche.
Kintsugi es un arte Japonés de reparar cerámica con laca mixta con polvo de oro, plata o platino. Trabajando con los defectos e imperfecciones del objeto. Esto puede verse racional el porqué mantener un objeto después de que se ha quebrado como justificación del Kintsugi mismo, iluminando o destacando las rajaduras y composturas tan simple, como un evento en la vida de un objeto, en lugar de terminar con el servicio del objeto en el momento en que se dañó o se quebró. No solo no hay intención de esconder el daño, sino reparar lo literalmente iluminado.
La explicación de Wikipedia puede que no sea una completa explicación del verdadero sentido del arte de Kintsugi, pero me gusta el paralelo de cómo Dios uso la sangre de Jesus para reparar nuestra vida fracturada, quebrada y perdida. Los tazones que se han reparado con plata y oro para poder continuar su uso es una idea maravillosa para alguien quien ama el arte como yo.
Pues Dios es un artista verdadero en su trabajo reparando nuestras vidas, almas, cuerpo y mente, es increíble. Dios repara, sana y nos restablece para su propio uso otra vez y que tengamos gloria en nuestra flaqueza reparada con el poder de la sangre de Jesus. 2 Cor. 12:19 Pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.
No hay vergüenza en nuestra debilidad, media vez Dios nos ha dado esa fuerza de vida de la sangre de Cristo sobre nosotros. Como el arte de Kintsugi, nuestras reparaciones son glorificadas porque muestran el amor de Dios. Si Dios no nos amara, nos dejara quebrantados nunca hubiera mandado a Jesus. ¿Hubiera sido mejor que nunca nos quebrantaremos para empezar? Si, de todas maneras, gracias a Dios El se preocupa por nosotros mientras nosotros lo estábamos rechazando. Rom. 5:8 Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.
Dios sabe nuestro final desde el principio y percibe nuestro valor. Prov. 31:18-A Se complace en la prosperidad de sus negocios. Con amor y arte el Espíritu Santo nos trae el bálsamo de Gilead, aplica el ungüento en las heridas donde tenemos conflicto y nos unge para la tarea por venir. Todo lo que Dios hace por nosotros es para resucitar nuestras vidas y sacarnos hacia una victoria para Su gloria. El Señor repara las rajaduras de nuestra vida con su obra milagrosa y nos revela de nuevo, listos para ser un recipiente brillante para el reino de Dios. 2 Cor. 3:18 Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.
No hay un arte en la tierra que pueda comprarse al hermosa obra de Dios a la humanidad. Nuestro Dios, ha sobrepasado a algo que el hombre pueda ser capaz de hacer, comprobando su amor hacia nosotros. Si estás quebrantado de alguna manera o forma, entonces trae tu vida al Señor ahora y deja que Dios construya, restaure, sane y salve tu vida por qué El ve el valor completo de tu eternidad. Jesus murió para demostrar cuando te ama. Ahora digamos, “Aún así Señor Jesucristo, ven – toma mi vida y úsala para lo que fue creada.” En el nombre de Jesus!
Misterios Y Seres Místico
Proverbios 14:12 Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte. Seres místicos que han resucitado en el folclor y la superstición a lo largo de la historia son extraños y a veces cómicos. Centauros, vampiros, hombre lobo,...
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