Proverbios 11:10 Cuando el justo prospera, la ciudad se alegra; cuando el malvado perece, hay gran regocijo.
Michel de Montaigne dijo, “Si no sabes a dónde navegas, ningún viento es favorable.”
Dios nos ha dado la capacidad de ser una bendición y ser una mano extendida de Dios a donde quiera que vamos durante la vida. Saber quienes somos en Cristo, y tener una idea de lo que Dios ha sembrado en nuestro corazón para nosotros hacer, esto nos mantiene caminando con la fortaleza del Señor y su propósito. Además, nuestra relación con Jesús se mantendrá vibrante y dando vida. Somos afortunados de tener a Jesús quien es amor, paz y gozo entre nuestras almas. Llevamos la armadura de Dios quien no deja caminar en Su paz a donde quiera que vamos. Efes. 6:15 Y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. No importa cual es la situación en la que nos encontramos, estamos equipados por Dios de llevar Su solución justa al problema. Mientras caminamos en Cristo, tenemos al Príncipe de Paz dentro de nuestro corazón y podemos caminar en Su completo shalom.
Somos instruidos en buscar paz y con la esperanza de llevarla entre nosotros mientras hacemos nuestro camino a través de este mundo precario. 1Pedro. 3:11 Que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga. Ser instruidos a buscar paz, es una interesante declaración en un mundo en donde paz no es lo primero que pensamos a la primera provocación que se nos viene, sino gritos como, “No me digas que tengo que hacer!” Es la reacción inmediata de una persona. Ser odiosamente confrontacional no se presta a traer paz en las situaciones de la vida. Óscar Wilde dijo, “Unos causan gozo donde quiera que van; otros, cuando se van.” ¿Eres una de esas personas que traen bendiciones a donde quiera que vas? O, ¿hay gritos de gozo cuando sales del lugar? Prov. 11:10 Cuando el justo prospera, la ciudad se alegra; cuando el malvado perece, hay gran regocijo.
Buscando llevar el fruto de Dios a donde quiera que vamos es un esfuerzo constante. Necesitamos caminar en el amor de Dios y tener experiencia de sus bendiciones en ese amor. Edificándonos en fe de la gracia de Dios nos ayuda a ser hacedores de la palabra y no ser solo de labios para afuera. No podemos dar algo que no tenemos. Si lo único que tengo en mi corazón es enojo, conflicto y ansiedad, ¿Cómo puedo dar amor, paz y gozo? Santiago 3:11 ¿Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y agua salada?
Muchas personas ofrecen consejos baratos, que son dispensados sin pensarlo. Alguien pueda decir, “Oh, eso es fácil, solo hagas esto y te funciona.” Cuando, los que están dando el consejo no lo están haciendo ellos mismos, resulta el consejo siendo muy bajo, vago e inútil. Necesitamos gente autentica quienes tienen una verdadera relación con Jesús y son sinceros con lo que escogen. Queremos personas que llevan las bendiciones y gracia de Dios a donde quieran que vayan. Hechos 14:3 En todo caso, Pablo y Bernabé pasaron allí bastante tiempo, hablando valientemente en el nombre del Señor, quien confirmaba el mensaje de su gracia haciendo señales y prodigios por medio de ellos. Qué escritura más maravillosa. Las señales y prodigios de los milagros de Dios fueron manifestados a donde quiera que estos hombres de Dios iban porque tenían una auténtica relación de gracia con Cristo su salvador.
Donde quiera que vayamos, llevamos la responsabilidad que Dios ha sembrado en nuestro corazón por hacer. Podemos ir adelante con gracia o podemos arar y aplastar nuestro camino hacia adelante sin tener en cuenta nada. Podemos hacer lo que Dios pide de nosotros con su gentil ayuda, o podemos ir adelante como un tanque mutilando a la gente con retóricos religiosos. Podemos llevar el amor de Dios a aquellos quienes lo necesitan, o dejar personas que están heridas en resentimiento. Claro que es importante que a donde quiera que vayamos, comprendamos que necesitamos que Jesús venga con nosotros porque puede que seamos la única biblia que algunas solo tengan para leer. ¿Lo que ellos leerán en tu vida harán que amen a Jesús tanto como tu lo amas? 2Cor. 3:2 Ustedes mismos son nuestra carta, escrita en nuestro corazón, conocida y leída por todos. Que el rostro de Dios sea iluminado en nuestro rostro y nos guíe hacia adelante en Cristo. ¡Amén!
Find Other Devotions About:
0 Comments