Prov. 5:22 Al malvado lo atrapan sus malas obras; las cuerdas de su pecado lo aprisionan.
Bueno, por lo menos no soy tan malo como ellos. Tiendo a encogerme muy dentro de mí al escuchar semejante cosa tan impío con esa justificación personal. No importa con qué intención lo decimos, está mal. ¿Como podemos comparar nuestra justicia propia con la justicia propia de otros? Sea lo que sea que nos mantiene atados a un pecado no lo pedemos aliviar comparandonos con otra persona peor que de la nuestra.
Tenemos que estar en un estado de justicia que se nos ha dado por medio de fe en la sangre de Cristo y el trabajo final de la cruz. Efesios 2:8 Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, 9 no por obras, para que nadie se jacte. No podemos inventar nuestras propias reglas espirituales para justificar nuestra propia interpretación de la palabra de Dios para nosotros en el momento de tentación. Tenemos que sobresalir por medio de gracia y fe.
Cuando usamos el nivel del mundo en éticas y comportamientos sociales como nuestro modelo de justicia, estamos solamente un una dieta baja en pecado por decirlo así. Como decir, no agregué azúcar cuando estoy usando algo dulce artificial o comiendo dulces con azúcar artificial. No importa de qué este hecho dulce es dulce. Puede que proclamen que estén con una dieta baja en azúcar, pero sabemos que estratégicamente la báscula siempre va para arriba. Más, las personas aumentan sus visitas donde el doctor por las otras cosas que lo artificial ha dañado. Como implica el proverbio anterior el hombre está cautivo por su propio antojo al azúcar o a cualquier otro artefacto y el lazo que lo amarra a su adición.
Una dieta baja en pecado va a tener el mismo problema en el alma cuando las promesas pequeñas comprometen y llegan a ser algo común. Como la persona que se dejó engañar, creyendo en la dieta baja en azúcar, finalmente llegara a a comer lo que se le acerca porque no tiene fuerza de voluntad para detenerse. Si la Palabra de Dios dice no robar. Deja de usar el tiempo de tu trabajo y de tu jefe para ponerte al día en contestar tus actualizaciones de las redes sociales. Usa tu propio tiempo en lugar de robarle el tiempo a la compañía. Col. 3:17 Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
Alguien dijo, “No puedo comprender porque no encuentro victoria en este pecado repetitivo en mi vida. Yo soy dejado y nunca cumplo con las promesas a ninguno. Gasto dinero en cosas que en realidad no necesito y termino debiendo. Paso el tiempo en cosas in importantes, ignorando la palabra de Dios. No sé porqué no puedo seguir adelante en la vida.” Bien, el Señor te puede ayudar con un corazón obediente y una mente hacia Dios. Aun así, tienes que quererlo hacer. 2 Cor. 6:17 «Salgan de en medio de ellos y apártense. No toquen nada impuro, y yo los recibiré».
Aquí no hay media medida o medio tiempo en actos de justicia en la vida para conquistar el pecado. No podemos vivir en una vida con dieta baja en pecado. Esta vida solo se puede recibir por medio de Jesucristo y la obra que hizo por medio de la cruz. No seas engañado con interpretaciones alternativas en lo que sabes que no es cierto muy dentro de tu corazón. Si Jesus lo dijo, entonces podemos contar con eternidad. Juan 14:6 ―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí. Que Dios nos mantenga con una vida sana física y espiritualmente. En el nombre de Jesus.
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