Proverbios 9:6 Dejen su insensatez, y vivirán; andarán por el camino del discernimiento.

      Hay mucho que decir acerca de nuestro destino divino. Muchos son llamados hacer cosas duras. Todos somos creados para el propósito de Dios y aveces estos propósitos pueden ser difíciles de entender y vivirlos. Se dice que todos los apostarlos murieron como mártires menos el apóstol Juan quien tuvo sus propias dificultades y retos que superar. Estos antepasados de fe dieron su vida por el cuerpo de Cristo y fueron tratados terriblemente solo por tratar de extender la mano de Dios en amor.      
      La increíble valentía que se tomó para estos cristianos del primer siglo para vivir sus vidas en Cristo fue notable. Fueron amenazados a diario. La persecución de los cristianos era un deporte nacional para los Romanos en el Coliseo. La heridas y cicatrices que tenían por las golpeadas que brutalmente recibían estos hermanos y hermanas en El Señor fueron crueles y sádicas. Aun así, la iglesia prosperaba mientras se proclamaba a Jesús por todo el mundo que entonces se conocía. Estos hermanos quienes sangraron y dieron sus vidas con fe de la cruz, fueron reunidos a la presencia de Dios a recibir su eterno gozo. 
      Al apóstol Pedro le dijeron que se preparara para ir a donde él no quería ir pero aun así siguió a Jesus a donde quiera que su llamada lo levaba. Juan 21:8 De veras te aseguro que cuando eras más joven te vestías tú mismo e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos y otro te vestirá y te llevará adonde no quieras ir. 19 Esto dijo Jesús para dar a entender la clase de muerte con que Pedro glorificaría a Dios. Después de eso añadió: —¡Sígueme!        
      John Oakes escribió, “Las primeras iglesias de los antepasados son anónimas en reclamar que Pedro murió en Roma, por medio de crucifijo, durante la persecución de Nero en AD 64. Podemos concluir razonablemente concluyendo que Pedro fue de hecho crucificado en Roma. Pero que fue crucificado al revés, esto es algo mucho más débil testigo viniendo de una sola fuente de información antigua, con menos probabilidad que, de Clemente, Ignacio, Ireneo, Tertuliano, Eusebio y otros.”
      No importa de qué forma Pedro fue crucificado. Pedro murió como mártir y recibió su Corona de mártir para presentarle al Señor. Las cicatrices de Pedro no se le van ver, pues, así como a todos nosotros que recibiremos un cuerpo sanado glorificado por la eternidad. Los mártires que fueron quemados, decapitados y desgarrados todos van a tener su Corona de mártires, pero solo Jesús va a tener sus cicatrices de la cruz por siempre y siempre. Juan 20:27 Luego le dijo a Tomás: —Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino hombre de fe.  
      Vamos a ver las cicatrices de Jesús por toda la eternidad, como recordatorio del amor de Dios que tiene por cada uno de nosotros. Jesús le dijo a Tomás, “Pon tu dedo en mi costado y ve mis manos, hazlo Tomás, toca mis cicatrices y siente lo verdadero que es  mi amor por ti.” Pienso, ¿Cómo será cuando veamos a Jesús y notemos sus cicatrices, pues hubieran sido nuestras el llevar, pero Jesús las tomo por nosotros. También pienso si pudiera tocarlas en Sus manos, será que sentiría la enormidad de este increíble sacrificio que fue hacho para mí? Yo diría, “¡Si Señor, tu amor es real. Lo puedo ver y sentir muy dentro de mi, en mi propia esencia.!”
      Prov. 9:6 Dejen su insensatez, y vivirán; andarán por el camino del discernimiento. Dios nos ha dado percepción en Su amor para nosotros por medio de Jesucristo y la obra redentora que Él hizo en nuestro nombre. Nuestro destino divino fue escrito con la sangre del cordero y llegamos a ser completos por medio de la obra finalizada en la cruz y la resurrección de Cristo. ¿Que más puede hacer Dios para tomar nuestra atención y dejemos la manera de como vivmos atrás? el regalo de salvación que viene de Dios es un gran regalo para desperdiciar en las pequeñas cosas temporales de este mundo. Estrechate y toca Sus cicatrices. Sus amor por ti pulsa por medio de ellas y agarra tu corazón para siempre. Nuestro destino está en Cristo. Bendiciones y gozo a todos.