Proverbios 29:1 El que es reacio a las reprensiones será destruido de repente y sin remedio.
   
      Hemos pasado por una larga dispensación de incertidumbre. Hay una desesperación entre la gente quien quiere creer en algo significativo, en alguien fuerte o en algo de valor. Estas almas desesperadas han llegado a ser decepcionados, desanimados y deprimidos cuando su confianza ha sido traicionada por aquellos a quienes ellos les han creído. A ese punto de traición, ya sea que admitan que han sido traicionados y aprenderán de la experiencia o doblarse y permanecer abstinente en creer a aquel quien los engañó. Cuando la persona escoge escuchar lo que quiere escuchar no importando lo que otros hayan dicho, esto de escoger ciegamente a la verdad es niñería y puede arruinar la vida de la persona. La actitud obstinada le va a causar problemas. Prov. 29:1 El que es reacio a las reprensiones será destruido de repente y sin remedio.      
      Por ejemplo, cuando alguien pone su fe en las palabras de un líder político y a este líder lo exponen como un fraude siendo capturado en un acto criminal. Si aquellos que confiaron en él o en ella y continúan neciamente negando que este gobernante oficial hizo algo malo, tienen también que admitir en sí mismo que ellos también están en lo equivocado con la persona a quien le dieron su voto. Su admisión a que fueron engañados no se siente bien en la persona que está desesperadamente por creer en algo relevante. Refleja pobremente en su autoestima que casi no existe porque no tienen substancia en algo en que creer. Jer. 17:5 Así dice el Señor: «¡Maldito el hombre que confía en el hombre! ¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza y aparta su corazón del Señor!      
      En los últimos años de interrupciones por todo el mundo, ha habido mucha desesperación en los sentimientos de las almas de las personas. Se agarran a cualquier cosa que puedan si solo pudieran creer en algo. Es por eso que muchas personas se han desilusionado amargamente con los líderes políticos. Cuando estos políticos hacen promesas, a menudo se dice o se escribe en vaguedad y designación de ser mal interpretado y entonces, lo niegan, dejando una impresión de ser corruptos o ineptos, en algunos casos en los dos. No solo es en el área política en que esto pasa. En las prácticas de negocios poco éticas como, consejos escolares y grupos de estratos de condominios parecen estar enlazados en manejos pérfidos y tratos dobles.
      En donde no está Dios, todo es permitido y tontamente domina. Salmos 14:1a Dice el necio en su corazón: «No hay Dios». En donde no hay una creencia de Dios, la desesperación en querer creer en algo se vuelve primordial en la vida de la gente. La necesidad fundamental que vibra dentro de nuestra existencia es en creer en algo. Hemos sido creados en la imagen de Dios y tenemos un deseo incorporado para adorar, creer y expresar nuestros corazones. Esto es lo que nos separa de toda creación. El problema viene cuando removemos a Dios de nuestro sistema de creer y terminamos siendo vulnerables y engañados. Esto es el porqué unas de las cosas más absurdas van a ser defendidas por personas similarmente inteligentes que escogen cosas de lo más extraño y se agarran de ellas como si no hubiera un mañana.
      Leyendo eventos históricos, a veces nos maravillamos de la ignorancia de las personas y de la manera tonta con que enfrentan sus problemas, y nos ponemos a pensar, “Estoy seguro que ellos veían que patético e irracional era en creer en déspotas como Hitler, Stalin o Mao Zedong.” Nos reímos burlonamente en los que creen en supersticiones ridículas, seres míticos y aquellos quienes creían que la tierra era plana, aún así, no somos nada diferente a ellos. Aún hoy día, dejamos que los déspotas gobiernen y mantengan las guerras y siguen discutiendo si la tierra es plana o no. Estamos constantemente descubriendo que tan ignorantes somos y demostramos nuestra tontera en lo que defendemos e insistimos en creer no importando en la montaña de evidencias que hay que dice lo contrario. Rom. 1:22 Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios. En cien años más adelante de hoy, ¿De que se estarán riendo las personas de lo que escogemos hacer tontamente e insistimos en defender aun cuando las evidencias de la verdad nos rodean?
      Es por eso que hay una alta intensidad de polarización en todo el mundo. La desesperación en creer en algo está causando división en los corazones de las personas y la única manera en que esto pueda parar es creer a quien Dios nos ha dado para salvar nuestra alma. Juan 3:15 Para que todo el que crea en Él tenga vida eterna. Jesús es Señor, a partir de esta premisa habría un ablandamiento de corazones permitiendo que el razonamiento piadoso influya en nuestras vidas. El Señor nos instruye  de poner a prueba lo que se dice antes de correr con algo contrario e irracional, y darle algo que nuestra alma defienda. 1Juan 4:1 Queridos hermanos, no crean a cualquiera que pretenda estar inspirado por el Espíritu, sino sométanlo a prueba para ver si es de Dios, porque han salido por el mundo muchos falsos profetas.      
      Jesús es nuestra línea de vida y por medio de Cristo podemos caminar en Su paz y gracia en lugar de la desesperación, disfunción y desilusión del mundo. El Señor provee respuestas claras para las necesidades de nuestro corazón, pero necesitamos pedirle por Su respuesta en fe, necesitamos actuar sobre la sabiduría que Él nos da. Si nuestro corazón está lleno de Jesús, no tendríamos un corazón roto cuando los que manejan los asuntos del mundo nos defraudan. Podemos llegar a ser lo suficientemente maduros y orar por ellos en lugar de maldecir su existencia. Nuestra desesperación debería estar en el querer más de lo que Dios tiene para nosotros. Jer. 29:13 Algo en común tienen el pobre y el opresor: a los dos el Señor les ha dado la vista. Cuando nuestro corazón está ocupado buscando a Dios, va hacer difícil que los eventos del mundo interrumpa la seguridad eterna que tenemos en Cristo. Creencias desesperadas no serán parte de nuestro pan diario. ¡Amén!