Proverbios 21:4 Los ojos altivos, el corazón orgulloso y la lámpara de los malvados son pecado.
Cuando una persona sabiendo perfectamente, camina en pecado y trata al pecado como una cosa trivial, la persona pierde su seguridad en la fe, valentía justa e intuición espiritual. Cuando todo sale mal en la vida de la persona, llega a ser una excusa para culpar a otros por los problemas que ellos mismos han creado. El escoger en rechazar a Dios e ignorar de lo que Él representa, es escoger la muerte como base de fundación en su propia vida. El proverbio en sí declara que cuando la flaqueza es nuestra guía, nuestros corazones residen en un pecado arrogante. Prov. 21:4 Los ojos altivos, el corazón orgulloso y la lámpara de los malvados son pecado.
Este verso de la escritura puede que sea corta, pero lo que Jesús dice es simplemente claro. Juan 14:15. »Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. Ahí está. Si amamos al Señor, obedeceremos lo que Él dice que hagamos, y adherir su guía y dirección en la vida. La mejor parte de este mandamiento es que Jesús nos ayuda a mantenerlo. ¿Que bueno es esto? Podemos pedirle a Dios que nos ayude a obedecer Su palabra. Qué gracia más maravillosa la que Jesús ha adquirido para nosotros a quienes lo amamos y caminamos en Su luz. 1Juan 1:7 Pero, si vivimos en la luz, así como Él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado. Date cuenta que la luz en que debemos caminar no es nuestra interpretación de lo que nosotros queremos que sea esa luz. Debemos de vivir en la luz que Jesús nos brinda una relación y convenio con Él por medio de Su sangre.
La mayoría de nosotros somos familiares con alguien que ha caído fuera del Señor y arruinado su vida porque trataron la convicción del Espíritu Santo como una cosa trivial. Dejaron de obedecer y escuchar lo que Dios les decía en su corazón, resultando en ellos caer en pecado y su despiadado agarre perdiendo tanto en su vida. Para aquellos que se han arrepentido y han regresado a una relación con Dios obedeciendo Su palabra, te dirán que han llevado con ellos muchas cicatrices mientras vivían en rebeldía y que todo el relajo no valió la pena el dolor y sufrimiento que pasaron. ¿Es la salvación para aquellos que caen y queman su vida? Si, absolutamente si, cuando hay un arrepentimiento verdadero y corre muy dentro de nuestro ser, hay perdón y restablecimiento por medio de Cristo.
El sacrificio de Cristo es tan poderoso que hace limpio al peor pecador quien pide perdón. ¿Porqué perderlo todo por rebeldía y aprender que el pecado e iniquidad no son cosas triviales? El pago del pecado es muerte, y esa ley no ha cambiado desde el primer pecado en el Jardín de Edén. No llegues a ser un Acab buscando vida entre lo muerto y dioses falsos. Escoge a Cristo quien es vida y Él va hacer más que salvar tu vida, Él te va a dar una vida que valga la pena vivir. ¡Amén!
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