Proverbios 10:6 El justo se ve coronado de bendiciones, pero la boca del malvado encubre violencia.
Hemos sido coronados con bendiciones. Prov. 10:6a El justo se ve coronado de bendiciones. No solo estamos coronados con bendiciones, pero el Salmista, cuando expresa la admiración al amor de Dios para la humanidad, dice que estamos coronados con gloria y honra. Salmos 8:5 Lo hiciste poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y de honra. Eso es una imagen impactante para envolver nuestras mentes. El hecho que Dios todopoderoso pone sus manos sobre nuestra cabeza en amor y pone una corona sobre nosotros, es mucho para absorber, pero es una escena de gozo.
La corona que El Señor asegura para nosotros por medio de su sacrificio en la cruz; es una corona de justicia y bendiciones que nadie puede quitarnos. Apoc. 3:11 »Vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona. Tenemos que estar vigilantes y listos para luchar la buena batalla de fe para mantener la corona que Dios nos ha dado.
Jacobo hizo todo lo que pudo para poseer las bendiciones de Dios. Él manipuló, luchó, trabajó e inventó estrategias para obtener las bendiciones de Dios sobre su vida. Él persiguió las bendiciones y finalmente luchó con Dios por ellas. Gén. 32:26 Entonces dijo: —¡Suéltame, que ya está por amanecer! —¡No te soltaré hasta que me bendigas! —respondió Jacob. La tenacidad que tuvo Jacobo para aferrarse a Dios hasta que él obtuvo que lo quería con pura terquedad de voluntad, que es algo que necesitamos tomar nota y ser tenaz para proteger nuestra corona de bendiciones. Gén. 32:28 Entonces le dijo: —Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres y has vencido.
La perseverancia que Jacobo demostró para adquirir las bendiciones de Dios, no solo resultó en que Dios le dió su bendición, sino que también Dios le dió un nombre nuevo. Una gran manera de tomar la atención de Dios. Todo lo que Jacobo pasó para adquirir las bendiciones de Dios, ya todo eso lo tenemos los que estamos en Cristo. Tenemos estas bendiciones derramando sobre nosotros todos los días. Tenemos que realizar, que es por medio de fe en que recibimos las bendiciones que Dios ya nos ha dado. Ya están allí para cualquier persona que las quiera. Podemos preguntarnos, ¿Queremos las bendiciones de Dios tanto como las quería Jacobo?
Cuando pienso en lo que Jacobo pasó para recibir las bendiciones de Dios, tengo que pensar si yo hubiera tenido esa clase de carácter persiguiendo las bendiciones de Dios. Tendemos mucho a lo que Dios nos da por un hecho y no siempre somos agradecidos por muchas bendiciones que son derramadas sobre nosotros diariamente. Jacobo no asumió para nada, al contrario consumió la idea de tener las bendiciones de Dios en su vida. ¿Estaríamos tan dispuestos a posicionarnos y tratar de encontrar ese cielo abierto donde las bendiciones de Dios fluyen? Con todo su corazón, Jacobo quería ser bendecido y yo creo que esa era la clave para la bendición de Dios sobre Jacobo.
Jacobo demostraba su fe quitando la corteza de las ramas para manipular que la oveja nacida fuera manchada o rayada. Gén. 30:38 Luego tomó las ramas que había pelado y las puso en todos los abrevaderos para que el rebaño las tuviera enfrente cuando se acercara a beber agua. Cuando las ovejas estaban en celo y llegaban a los abrevaderos. ¿Estarías dispuesto a hacer algo que causaría tu fe crecer y creer que las bendiciones de Dios están por venir a tu vida? En el libro de Malaquias Dios nos instruye a probarlo al diezmar. Mal. 3:10 »Traigan íntegro el diezmo a la tesorería del Templo; así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor de los Ejércitos—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde. Ésto es una llamada para actuar del Señor, para mantener las ventanas del cielo abiertas para que las bendiciones sean derramadas sobre nosotros.
Ya hemos sido coronados con bendiciones y tenemos el permiso de Dios para seguir buscando lo que Él tiene para nosotros. El Señor se asegura que no seamos engañados por el enemigo de nuestra alma. Así como el Señor hizo por Jacobo, Él lo hace por nosotros. El Señor mantiene viendo nuestras vidas para ayudarnos a ser bendecidos en Su salvación. Gén. 31:10 »En cierta ocasión, durante la época en que los animales estaban en celo, tuve un sueño. En ese sueño veía que los chivos que cubrían a las cabras eran rayados, manchados o moteados. 11 En ese mismo sueño, el ángel de Dios me llamó: “¡Jacob!”. Y yo le respondí: “Aquí estoy”. 12 Entonces él me dijo: “Fíjate bien y te darás cuenta de que todos los chivos que cubren a las cabras son rayados, manchados o moteados. Yo he visto todo lo que te ha hecho Labán.
Dios sabe la situación en la que nos encontramos, Él lleva la cuenta de lo que nos pertenece. Podemos estar asegurados. Ya que hemos sido coronados con bendiciones, caminemos en este favor que está presentado ante nosotros y llevar estas bendiciones a un mundo perdido que necesita muchas de las bendiciones de Dios posible. Esto es parte del buen mensaje. Dios quiere salvarnos y bendecirnos. Dios es bueno y Él es una bendición.
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