Prov. 26:2 Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, así la maldición nunca vendrá sin causa.
El tema de este blog es a solicitud de la Sra. Adina McIndoe. Mi hermana Adina puso algunas de las ideas que le he enseñado acerca de revertir la maldición en práctica en su vida y ha obtenido buenos resultados. La información de la que hablaré en este blog es del conocimiento de la mayoría en la comunidad cristiana de una forma u otra. Pareciera que salirse de la fe al ejercer una acción para revertir una maldición es algo diferente. Santiago 2:26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta. Una de las herramientas que mejor funciona para revertir la maldición es la que estudiaremos hoy. La razón para no resolver algunos dolores, nexos, memorias y fallas repetidas inexplicables en nuestras vidas simplemente es no desear hacerle frente a esos demonios que nos acusan desde nuestro corazón. Algunos de nosotros tenemos mucho cuidado y estamos cansados de todo. Quisiera instarlos a intentar una vez más y confiar en la palabra del Señor utilizando este poderoso obsequio de salvación.
Mi primer encuentro con la necesidad de hacer frente a un evento doloroso de mi pasado llega cada mes de septiembre a octubre. Atravieso los sentimientos más horribles de depresión, sentimiento de que valgo poco, odio hacia mí mismo e indolencia hasta el punto de desear la muerte como un escape. Si hubiera podido explotar desde adentro hacia afuera y todas mis partículas se esparcieran por el universo, aún no encontraría una liberación de la angustia y el odio hacia mí mismo que acarreo. Una vez llega noviembre, estoy bien. ¡Qué maldición vivía yo y cómo podía deshacerme de ella! Aún después de ser salvado en Cristo, seguía experimentando esta visita anual no deseada en mi vida. La diferencia era ahora que yo tenía una forma de sanar porque creía en el poder sanador de nuestro Señor Jesucristo. Oraba y pedía a Dios que me revelara la raíz de esta batalla anual cuando sentí que debía llamar a mi madre y preguntarle si yo había sido concebido fuera de matrimonio. Gracias, Señor, por mi madre valiente y amorosa que me confesó durante esa llamada telefónica que sí, yo tenía un año de edad cuando mis padres se casaron finalmente.
Había encontrado la acusación que el enemigo de mi alma estaba usando para mantenerme en condición de odio hacia mí mismo. Satanás estaba usando la ley rota de la fornicación para intentar matarme desde el primer día de mi concepción. Deuteronomio 23:2: Ningún bastardo entrará en la asamblea del SEÑOR, ninguno de sus descendientes, aun hasta la décima generación, entrará en la asamblea del SEÑOR. Gracias a Dios no existen hijos ilegítimos en esta tierra; únicamente hay padres pecadores. Gracias a Dios porque los pecados de estos padres han sido pagados completamente por la sangre de nuestro Salvador Jesucristo. ¿Está el diablo determinado a destruir tu vida? Es mejor que sepamos que Satanás está maldiciéndonos a nosotros y a nuestra existencia en todo momento. Salmo 10:7 Llena está su boca de blasfemia, engaño y opresión; bajo su lengua hay malicia e iniquidad. Salmo 109:17-21. Y amó la maldición, y vínole; Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él. 18 Y vistióse de maldición como de su vestido, Y entró como agua en sus entrañas, Y como aceite en sus huesos. 19 Séale como vestido con que se cubra, Y en lugar de cinto con que se ciña siempre. 20 Este sea el pago de parte de Jehová de los que me calumnian, Y de los que hablan mal contra mi alma. 21 Y tú, Jehová Señor, haz conmigo por amor de tu nombre: Líbrame, porque tu misericordia es buena.
¿Qué arma podemos usar en contra de estos traumas del pasado, pues hay armas que se forman en contra de nosotros? Pero tenemos el poder enorme de Dios para salvarnos. Isa 54:17 Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.
El arma que he aprendido a usar es el acto de la comunión. ¿A quién le muestro la muerte del Señor? ¿A quién le recuerdo que he sido salvado y completamente liberado? Le muestro al enemigo que no puede aguantar en la presencia de la sangre santa de Cristo. 1 Corintios 11:23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 Y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed: esto es mi cuerpo que por vosotros es partido: haced esto en memoria de mí.25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre: haced esto todas las veces que bebiereis, en memoria de mí. 26 Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que venga. La clave aquí es la liberación que viene de las palabras de Cristo, “hagan esto en conmemoración mía”. El acto de la comunión es un acto de fe de su parte por quién eres en Cristo, y el resultado es el testamento de Su sangre que cubre de una vez y para siempre todos los eventos de tu doloroso pasado. La comunión se convierte en punto de referencia de cuándo enfrentaste realmente los traumas de tu vida. Cuando surge una nueva acusación, tu fe dirá, “No, esto está cubierto por la sangre para siempre y yo camino en esa libertad”.
He tenido gran liberación personal utilizando este poderoso obsequio espiritual que Dios nos ha dado para usar como arma en contra del diablo y de toda enfermedad. Hoy en día, amo los meses de septiembre y octubre. Soy libre de todas las cosas terribles que solía experimentar y he aprendido a hacer frente a cualquier recuerdo que venga a espantar a mi alma al compartir, en fe, el acto de adoración a través de la comunión. Isaías 12:4-5 En aquel día se dirá: «Alaben al Señor, invoquen su nombre; den a conocer entre los pueblos sus obras; proclamen la grandeza de su nombre. 5 Canten salmos al Señor, porque ha hecho maravillas; que esto se dé a conocer en toda la tierra.
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