Prov. 29:23 El altivo será humillado, pero el humilde será enaltecido.
♪ ♬¡ayuda! Necesito a alguien quien me ayude ♫ no ayuda de cualquiera.♬
En 1965 una canción de John Lennon, él tal vez nunca supo que el principio de su canción “ayuda” podía llegar a ser un grito de oración para tantas personas dañadas viviendo en este mundo de hoy. Yo estaba tarareando y cantando esta canción el otro día cuando debería de estar agradeciendo a Dios por todas las maravillas que El ha hecho por mí – cuando llegue a esta parte de la canción “Cuando yo era joven, mucho más joven que hoy, ♬ no necesitaba ayuda de nadie. ♪ ♬ Pero estos días ya se fueron y ya no estoy tan seguro ♫ Ya cambié de opinión, y he abierto las puertas. ♪” Y dije, “increíble Señor, esto es exactamente lo que pasó. He abierto la puerta de mi vida tú entraste y he cambiado – me diste justicia.” Solo Dios y su misericordia pudo ayudarme de esta manera. Salmos 109:26 Señor, mi Dios, ¡ayúdame!; por tu gran amor, ¡sálvame!
En 1965 una canción de John Lennon, él tal vez nunca supo que el principio de su canción “ayuda” podía llegar a ser un grito de oración para tantas personas dañadas viviendo en este mundo de hoy. Yo estaba tarareando y cantando esta canción el otro día cuando debería de estar agradeciendo a Dios por todas las maravillas que El ha hecho por mí – cuando llegue a esta parte de la canción “Cuando yo era joven, mucho más joven que hoy, ♬ no necesitaba ayuda de nadie. ♪ ♬ Pero estos días ya se fueron y ya no estoy tan seguro ♫ Ya cambié de opinión, y he abierto las puertas. ♪” Y dije, “increíble Señor, esto es exactamente lo que pasó. He abierto la puerta de mi vida tú entraste y he cambiado – me diste justicia.” Solo Dios y su misericordia pudo ayudarme de esta manera. Salmos 109:26 Señor, mi Dios, ¡ayúdame!; por tu gran amor, ¡sálvame!
¡Ayúdame Señor! Qué oración ta simple. Salmos 38:22 Señor de mi salvación, ¡ven pronto en mi ayuda!Hay tanta certidumbre en esta declaración que Dios es fiel. Él es la única ayuda verdadera porque él sabe lo más íntimo de lo que pensamos y las inacciones de nuestro corazón. Lo más íntimo del Señor sabe exactamente qué clase de ayuda necesitamos. La intuición y conocimiento limitado que tiene el hombre no puede persistir lo profundo de nuestra necesidad; el por eso, nos deja con ganas de más, aferrados y necesitados. Salmos 60:11 Bríndanos tu ayuda contra el enemigo, pues de nada sirve la ayuda humana.
Nuestro grito es “¡Ayúdanos, Señor! Estamos abrumados con problemas que están encima de nuestra habilidad de superar. Nuestro Dios, los informes de cancer, abusos de sustancias, obsesiones antinaturales, ansiedad debilitante, grandes temores de lo desconocido, y la habilidad de confiar en cualquier cosa nos ha dañado de confianza en nosotros mismos. Necesitamos alguien que ha sobrepasado el embate, pecado y problemas del mundo. Necesitamos a nuestro Salvador que se adelanta en nuestro nombre. Te necesitamos Señor, un campeón quien realmente pueda ayudar.” Salmos 124:8 Nuestra ayuda está en el nombre del Señor, creador del cielo y de la tierra.
En corto – pedir ¡ayuda! Es sabiduría piadosa obrando en nosotros cuando se la pedimos a Dios.
No importan cuantos años hemos estado caminando con Dios, nunca va haber una oración en que no necesitemos la ayuda de Dios. ¿Porqué hay mucha gente que espera ya que están con un paso en la muerte o llegan al fondo de la obscuridad antes de humillarse y finalmente orar por ayuda? Salmos 46:1 Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia.
¿Porqué esperamos al punto de estar muriendo espiritualmente de hambre y pobresa, como el hijo pródigo, antes de pensar en regresar al Padre? Lucas 15:17 Por fin recapacitó y se dijo: “¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen comida de sobra, y yo aquí me muero de hambre! Esta incapacidad de pedir ayuda es una forma de orgullo. Yo le llamo “El orgullo del gusano.” Este orgullo no debe ser nuestra configuración predeterminada. Pedirle a Dios por ayuda debería ser una solicitud diaria que viene genuinamente de nuestro corazón.
¡Ayúdame! Necesito a alguien, y ese alguien es El Señor Jesus. Jesus es el único verdadero de confiar por ayuda en esta vida. ¿Puede el hombre llevar asistencia y alumbramiento a nuestros problemas y dificultades en la vida? Si. Sin embargo, no hay otra ayuda súper natural para nuestra alma otra que no sea Jesus. Hechos 4:12 De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos».
Nuestro grito es “¡Ayúdanos, Señor! Estamos abrumados con problemas que están encima de nuestra habilidad de superar. Nuestro Dios, los informes de cancer, abusos de sustancias, obsesiones antinaturales, ansiedad debilitante, grandes temores de lo desconocido, y la habilidad de confiar en cualquier cosa nos ha dañado de confianza en nosotros mismos. Necesitamos alguien que ha sobrepasado el embate, pecado y problemas del mundo. Necesitamos a nuestro Salvador que se adelanta en nuestro nombre. Te necesitamos Señor, un campeón quien realmente pueda ayudar.” Salmos 124:8 Nuestra ayuda está en el nombre del Señor, creador del cielo y de la tierra.
En corto – pedir ¡ayuda! Es sabiduría piadosa obrando en nosotros cuando se la pedimos a Dios.
No importan cuantos años hemos estado caminando con Dios, nunca va haber una oración en que no necesitemos la ayuda de Dios. ¿Porqué hay mucha gente que espera ya que están con un paso en la muerte o llegan al fondo de la obscuridad antes de humillarse y finalmente orar por ayuda? Salmos 46:1 Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia.
¿Porqué esperamos al punto de estar muriendo espiritualmente de hambre y pobresa, como el hijo pródigo, antes de pensar en regresar al Padre? Lucas 15:17 Por fin recapacitó y se dijo: “¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen comida de sobra, y yo aquí me muero de hambre! Esta incapacidad de pedir ayuda es una forma de orgullo. Yo le llamo “El orgullo del gusano.” Este orgullo no debe ser nuestra configuración predeterminada. Pedirle a Dios por ayuda debería ser una solicitud diaria que viene genuinamente de nuestro corazón.
¡Ayúdame! Necesito a alguien, y ese alguien es El Señor Jesus. Jesus es el único verdadero de confiar por ayuda en esta vida. ¿Puede el hombre llevar asistencia y alumbramiento a nuestros problemas y dificultades en la vida? Si. Sin embargo, no hay otra ayuda súper natural para nuestra alma otra que no sea Jesus. Hechos 4:12 De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos».
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