Prov. 25:4 Quita la escoria de la plata, y de allí saldrá material para el orfebre.
Cuando Dios trabaja en nuestro corazón con su fuego, cosas se consumirán. Porque es que queremos que Dios queme la escoria, los desechos fuera de nuestra vida? Para que nosotros salgamos como recipiente para los usos del Señor. 2 Tim. 2:21 Si alguien se mantiene limpio, llegará a ser un vaso noble, santificado, útil para el Señor y preparado para toda obra buena. Todos hemos oído la expresión, “Dios te toma como eres pero te ama demasiado para dejarte así.” Esencialmente, en el momento que somos nacidos de nuevo el fuego del amor de Dios nos quita todo pecado con el que caminábamos antes de recibir a Cristo y empieza a moldearnos durante nuestra vida para llegar a ser ese recipiente de honor con que El pueda trabajar. Jer. 1:5-A «Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras. Dios nos conocía antes de nacer y vio nuestro futuro. Su corazón estaba en hacernos como su hijo Jesus, entonandonos a la persona que Dios sabe que podemos llegar a ser en Cristo. Esperando llegar a ser un recipiente de honor. Qué maravilla! Es el Dios a quien servimos.
Muchas veces hemos leído como Jesus escogió a sus discípulos. Fueron descritos por los fariseos como ignorantes y sin estudios. Hechos 4:13 Los gobernantes, al ver la osadía con que hablaban Pedro y Juan, y al darse cuenta de que eran gente sin estudios ni preparación, quedaron asombrados y reconocieron que habían estado con Jesús. Aún así estos hombres llegaron a ser algo conque Dios podía trabajar cuando Cristo llego a ser el centro de nuestra vida. Llegaron a ser recipientes de honor a la gloria de Cristo nuestro Señor. Llegaron a ser más de lo que de lo que el mundo les daba crédito de lo que eran. Pedro y Juan era de clase baja y gente común ante los ojos de los Fariseos, pero eran número uno ante los ojos de Dios.
Leemos de la promoción de Jose cuando llego a gobernar en Egypto. Génesis 41:39 Luego le dijo a José:—Puesto que Dios te ha revelado todo esto, no hay nadie más competente y sabio que tú. 40 Quedarás a cargo de mi palacio, y todo mi pueblo cumplirá tus órdenes. Sólo yo tendré más autoridad que tú, porque soy el rey. 41 Así que el faraón le informó a José:—Mira, yo te pongo a cargo de todo el territorio de Egipto. José era el número dos ante los ojos de Faraón pero era el número uno ante los ojos de Dios. José llego a ser un recipientes conque Dios podía trabajar para salvar una nación de inanición y sentar la base para el levantamiento de la nación de Israel.
Cuando Dios quita la escoria de nuestra vida, no es para poner las cosas más difíciles en nuestros planes. Es para darnos vida en Cristo para que podamos reflexionar el amor de Dios a toda persona y a toda nación. Juan 3:16 »Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios tiene un plan para el mundo así como para uno eterno. Solo podemos llegar a ser un recipiente de honor con que Dios pueda trabajar solo cuando demostramos Su amor y carácter a todas las naciones del mundo. Salmos. 86:9 Todas las naciones que has creado vendrán, Señor, y ante ti se postrarán y glorificarán tu nombre. Cuando Dios, por medio de su palabra, esta sacando la escoria de nuestra vida, El está construyendo nuestra capacidad de ser más como Cristo y tener la habilidad de ofrecer misericordia y justicia a la gente del mundo quien Dios a creado. No estamos solos en este mundo, aún así vivimos como si así fuera. Unos pueden decir, “Que puedo hacer, yo solo soy una persona ordinaria sin educación?” Mateo 25:35 Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; 36 necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron.”Empieza con gente alrededor de nuestra vida. Llegamos a ser un instrumento o recipiente del amor de Dios, compasión y bendición en el Reino de Nuestro Dios. Puede verse como si no sirviéramos para algo e incapacitados ante los ojos de muchos, pero llegamos a ser número uno antes los ojos de quienes verdaderamente vale la pena. Que nuestra capacidad crezca y que nuestro deseo por las cosas de Dios y su palabra sea nuestra porción en esta vida. Que lleguemos a ser un recipiente de honor para darle a Dios en que El pueda trabajar para la gloria de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Bendiciones para cada uno de nosotros. Amén.
0 Comments